TERAPIA DE PAREJA



Por Maria Dolores Alarcón Soriano.



¿Qué es la terapia de pareja?


La terapia: acción y reflexión. El paciente es agente activo de su propio proceso. Este proceso lleva implícito una reflexión.

Dicho lo que es la terapia, habrá que matizar la diferencia entre la terapia individual y la de pareja:

- En la terapia de pareja, ambos miembros vienen a consulta porque reconocen que su malestar está relacionado con dificultades que tienen lugar en la relación con la pareja. En la terapia individual, la persona viene porque coloca su malestar en un problema individual. Por tanto, la pareja sitúa el malestar en esa relación por encima de que esté en otro lugar.

- Puesto que el malestar se sitúa en la relación con la pareja, se suele poner el origen del problema en el otro miembro. De ahí que, al comienzo de la terapia, cada miembro habla de lo que cree que el ocurre al otro, o cómo lo que hace el otro se convierte en un problema para uno mismo. En definitiva, se responsabiliza al otro miembro de los problemas que hay en la relación. Ambos están muy polarizados en los extremos. El proceso de terapia de pareja permite este acercamiento mutuo, que se consigue en la medida que cada uno asume su responsabilidad de las dificultades en la pareja. Así aunque se haga en pareja, la terapia es un proceso donde cada uno va a reflexionar sobre sí mismo para así poder acercarse al otro.


Objetivos de la terapia de pareja:


  1. Sacar a la pareja de su estancamiento. La pareja se ha estancado en posiciones extremas, y se trata de flexibilizar su comportamiento y sus dinámicas. Conseguir un equilibrio libre y flexible.
  2. Clarificar la relación. No se trata de salvar a toda costa la pareja, sino de que se llegue a una conclusión clara sobre lo que está ocurriendo y si ambos miembros están de acuerdo cambiar aspectos para continuar con la relación.
  3. Conocimiento de sí mismo: qué le lleva a uno a fijarse en esa actitud extrema, qué ideales le han hecho estar en esa postura, qué temores hay tras esos comportamientos; qué necesidades no satisfechas.
  4. Mayor comprensión para la pareja: tras conocimiento profundo de uno mismo, conocer y comprender también al otro; aceptarle como es y no como se quisiera que fuese (lo que no significa que se trate de dejar la relación tal como está y que se trata sólo de “tragar con los defectos del otro y ya está”; aclarar muy bien que no se trata de eso. Se trata de que “cada uno es como es”, pero se puede comportar de forma distinta. Tras esa compresión de uno mismo y del otro, las dinámicas entre la pareja cambiarán)

Sólo en apariencia hay un contraste polar entre ambos. En el fondo, son profundamente parecidos. Por eso se escogieron mutuamente para estar juntos.

  1. Conocimiento de la dinámica de pareja, cómo se ha ido desarrollando la situación problemática hasta la actualidad.

Es importante dejar claro, sin lugar a dudas, que parte de la hipótesis de todo conflicto conyugal es originado al 50% por los dos miembros de la pareja y que es inverosímil que uno de ambos sea más culpable que el otro.

El objetivo terapéutico a conseguir con la pareja será que cada uno busque una forma de relación que compagine óptimamente con las inclinaciones y aptitudes en que los miembros de la pareja se acepten con auténtica libertad, solidaridad y responsabilidad frente al otro miembro, a la familia y al entorno. Conocimiento, aceptación y responsabilidad de ese 50% de la relación.


¿Cuándo acudir a terapia de pareja?


Cuando se está dando una situación muy angustiante en la relación, de la que la pareja no se siente capaz de solventar por sí misma con los recursos con los que cuenta. No es necesario estar al borde de la ruptura.


¿Se puede hacer terapia de pareja con sólo un miembro?


Se puede trabajar una problemática de pareja con sólo un miembro de ellos que lo refiera. Esto ocurre porque la pareja, como una díada, es un sistema; y alterando el comportamiento de uno de los miembros de la pareja se altera el sistema. La perspectiva será la misma que trabajando en pareja: se tendrá en cuenta la dinámica existentes. No se trata de “curar al miembro de la pareja que es el que está loco” o de “enseñar a uno de ellos a cambiar al otro, que es el que realmente está mal”. Cada uno tiene la mitad de responsabilidad sobre los problemas que hay en la pareja. El miembro que acuda a terapia, asumirá esta parte y la modificará. Cambiando su parte, al ser la díada algo dinámico, el otro miembro también cambiará la suya. Lo que puede ser que ocurra es que estos “movimientos” que haga el otro, se dirijan hacia un acercamiento o hacia un alejamiento en la pareja.



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