¿Cuándo se acaba una relación?

En ocasiones, hay pacientes que acuden solos a terapia de pareja. Se trata de personas que más que terapia para restaurar sus relaciones, buscan ayuda para tomar una decisión: seguir o no seguir con su pareja. Algunos, cuando vienen ya han roto con su pareja en varias ocasiones, pero vuelven a “caer en la tentación” una y otra vez. Algunos aseguran no querer volver a envolverse en esa relación, pero cuando se sienten vulnerables acaban por marcar de nuevo el teléfono del “ex”. Otros confiesan no tener las cosas claras, están enamorados de una parte de esa persona, pero hay otra que no soportan, y guardan la esperanza de un cambio milagroso.

Muchas veces interpretamos que la relación se rompe en el momento que uno de los componentes se lo comunica al otro. Lo cierto es que las relaciones, por lo general, no se rompen de la noche a la mañana. Hay un deterioro, ciertas grietas, que si no se detectan y se reparan a tiempo, llegará un momento en el que, de forma inevitable, la pareja se romperá. Cuando la base de la relación es “movidiza”, ésta se tambaleará continuamente. Por ejemplo, si lo que te mantiene unido a la otra persona es la idea de cómo debería ser, más que la aceptación de cómo es, las decepciones se darán cada vez que veas comportamientos en él o en ella, que te muestran una imagen distinta a la que tu mantienes en tu cabeza.

Otra razón por la que se vuelve a una relación es por el miedo al sufrimiento. En nuestra sociedad se nos enseña a huir del dolor y a buscar la comodidad. No es de extrañar que cuando la vida se muestra de forma natural, salpicada por la tristeza, no sabemos cómo enfrentarnos a ella. Nos cuesta creer que este sufrimiento pasará, que volveremos a enamorarnos e ilusionarnos. Nos parece que se nos desgarra el corazón y que no tenemos fuerzas para seguir. Quizá hemos aprendido a depender del consuelo de nuestra pareja, y cuando ésta no está no sabemos a donde ir.

Lo cierto es que es difícil distanciarse de una persona que está cerca en nuestro corazón y en nuestros pensamientos. Cuando no ha habido una causa como infidelidad u otras de está índole. Cuando no se ha dejado de querer a la persona, se hace más difícil desengancharse.

Os añado, al final del artículo, el enlace a un cuento de Jorge Bucay que explica cuándo se termina una relación, usando, cómo no, la moraleja. En él explica que cuando alguien que puede evitarte el sufrimiento no lo hace, en ese momento se acaba la relación. Pero, no es tan sencillo, la relación puede pasar por baches donde, desde el dolor, se hagan o se digan cosas arrastrados por la emoción del momento, que suele ser negativa.

En estas situaciones que estamos comentando cabe preguntarse ¿qué aportas tú a esa persona que dices que amas?, ¿qué te aporta él/ella a ti?, ¿qué es lo que te sigue atrayendo de esa persona? Muchas veces las reconciliaciones enganchan más que la propia relación, despiertan sentimientos más intensos que la relación en sí.

Una forma de saber si seguir o no con la relación es precisamente dejar de planteártelo. Piensa en tu vida, en tus objetivos, en hacia dónde se dirige. Redescubre qué cosas valoras en la vida, qué es para ti lo más importante. Haciendo esto, no sólo encauzarás tus pasos, sino que verás si esa persona de la que te has enamorado comparte objetivos y valores contigo. Aunque no sean los mismos. Es como cuando antiguamente recogías a alguien que hacía “auto-stop”. Lo primero que le preguntabas es a donde iba. Y aunque no fuera exactamente al mismo sitio que tu, valorabas si coincidía con tu trayecto. A nadie se le ocurría coger a alguien que iba a una dirección opuesta y cambiar el rumbo del viaje. Apliquemos esta lógica a las relaciones, no recojas a gente que te haga perder el rumbo. El viaje será más agradable para los dos si os acompañáis en una misma dirección y no cuando uno de los dos tiene que perder su oportunidad de crecer en la vida para que el otro se desarrolle. Por supuesto que en la relación no siempre va todo sobre ruedas y hay que ceder en ciertas cosas, pero que sean cosas se pueden cambiar y no la esencia de la persona.


http://www.youtube.com/watch?v=vT3_o0thKfg&feature=related



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